jueves, 27 de junio de 2013

Cómo seguir a Jesús

13 Tiempo ordinario (C) Lucas 9, 51-62
JOSÉ ANTONIO PAGOLA, lagogalilea@hotmail.com
SAN SEBASTIÁN (GUIPUZCOA).

ECLESALIA, 26/06/13.- Jesús emprende con decisión su marcha hacia Jerusalén. Sabe el peligro que corre en la capital, pero nada lo detiene. Su vida sólo tiene un objetivo: anunciar y promover el proyecto del reino de Dios. La marcha comienza mal: los samaritanos lo rechazan. Está acostumbrado: lo mismo le ha sucedido en su pueblo de Nazaret.
Jesús sabe que no es fácil acompañarlo en su vida de profeta itinerante. No puede ofrecer a sus seguidores la seguridad y el prestigio que pueden prometer los letrados de la ley a sus discípulos. Jesús no engaña a nadie. Quienes lo quieran seguir tendrán que aprender a vivir como él.
Mientras van de camino, se le acerca un desconocido. Se le ve entusiasmado:Te seguiré adonde vayas”. Antes que nada, Jesús le hace ver que no espere de él seguridad, ventajas ni bienestar. Él mismo “no tiene dónde reclinar su cabeza. No tiene casa, come lo que le ofrecen, duerme donde puede.
No nos engañemos. El gran obstáculo que nos impide hoy a muchos cristianos seguir de verdad a Jesús es el bienestar en el que vivimos instalados. Nos da miedo tomarle en serio porque sabemos que nos exigiría vivir de manera más generosa y solidaria. Somos esclavos de nuestro pequeño bienestar. Tal vez, la crisis económica nos puede hacer más humanos y más cristianos.
Otro pide a Jesús que le deje ir a enterrar a su padre antes de seguirlo. Jesús le responde con un juego de palabras provocativo y enigmático: “Deja que los muertos entierren a sus muertos, tú vete a anunciar el reino de Dios”. Estas palabras desconcertantes cuestionan nuestro estilo convencional de vivir.
Hemos de ensanchar el horizonte en el que nos movemos. La familia no lo es todo. Hay algo más importante. Si nos decidimos a seguir a Jesús, hemos de pensar también en la familia humana: nadie debería vivir sin hogar, sin patria, sin papeles, sin derechos. Todos podemos hacer algo más por un mundo más justo y fraterno.
Otro está dispuesto a seguirlo, pero antes se quiere despedir de su familia. Jesús le sorprende con estas palabras: El que echa mano al arado y sigue mirando atrás no vale para el reino de Dios”. Colaborar en el proyecto de Jesús exige dedicación total, mirar hacia adelante sin distraernos, caminar hacia el futuro sin encerrarnos en el pasado.
Recientemente, el Papa Francisco nos ha advertido de algo que está pasando hoy en la Iglesia: “Tenemos miedo a que Dios nos lleve por caminos nuevos, sacándonos de nuestros horizontes, con frecuencia limitados, cerrados y egoístas, para abrirnos a los suyos".

miércoles, 19 de junio de 2013

¿Quién es para nosotros?

12 Tiempo ordinario (C) Lucas 9, 18-24
JOSÉ ANTONIO PAGOLA, lagogalilea@hotmail.com
SAN SEBASTIÁN (GUIPUZCOA).

ECLESALIA, 19/06/13.- La escena es conocida. Sucedió en las cercanías de Cesarea de Filipo. Los discípulos llevan ya un tiempo acompañando a Jesús. ¿Por qué le siguen?. Jesús quiere saber qué idea se hacen de él: Vosotros, ¿quién decís que soy yo?. Esta es también la pregunta que nos hemos de hacer los cristianos de hoy. ¿Quién es Jesús para nosotros?. ¿Qué idea nos hacemos de él?. ¿Le seguimos?.
¿Quién es para nosotros ese Profeta de Galilea, que no ha dejado tras de sí escritos sino testigos?. No basta que lo llamemos “Mesías de Dios”. Hemos de seguir dando pasos por el camino abierto por él, encender también hoy el fuego que quería prender en el mundo. ¿Cómo podemos hablar tanto de él sin sentir su sed de justicia, su deseo de solidaridad, su voluntad de paz?.
¿Hemos aprendido de Jesús a llamar a Dios “Padre”, confiando en su amor incondicional y su misericordia infinita?. No basta recitar el “Padrenuestro”. Hemos de sepultar para siempre fantasmas y miedos sagrados que se despiertan a veces en nosotros alejándonos de él. Y hemos de liberarnos de tantos ídolos y dioses falsos que nos hacen vivir como esclavos.
¿Adoramos en Jesús el Misterio del Dios vivo, encarnado en medio de nosotros?. No basta confesar su condición divina con fórmulas abstractas, alejadas de la vida e incapaces de tocar el corazón de los hombres y mujeres de hoy. Hemos de descubrir en sus gestos y palabras al Dios Amigo de la vida y del ser humano. ¿No es la mejor noticia que podemos comunicar hoy a quienes buscan caminos para encontrarse con él?.
¿Creemos en el amor predicado por Jesús?. No basta repetir una y otra vez su mandato. Hemos de mantener siempre viva su inquietud por caminar hacia un mundo más fraterno, promoviendo un amor solidario y creativo hacia los más necesitados. ¿Qué sucedería si un día la energía del amor moviera el corazón de las religiones y las iniciativas de los pueblos?.
¿Hemos escuchado el mandato de Jesús de salir al mundo a curar?. No basta predicar sus milagros. También hoy hemos de curar la vida como lo hacía él, aliviando el sufrimiento, devolviendo la dignidad a los perdidos, sanando heridas, acogiendo a los pecadores, tocando a los excluidos. ¿Dónde están sus gestos y palabras de aliento a los derrotados?.

Si Jesús tenía palabras de fuego para condenar la injusticia de los poderosos de su tiempo y la mentira de la religión del Templo, ¿por qué no nos sublevamos sus seguidores ante la destrucción diaria de tantos miles de seres humanos abatidos por el hambre, la desnutrición y nuestro olvido?.

miércoles, 12 de junio de 2013

Defensor de las prostitutas

11 Tiempo ordinario (C) Lucas 7,36-8,3

JOSÉ ANTONIO PAGOLA, lagogalilea@hotmail.com
SAN SEBASTIÁN (GUIPUZCOA).

ECLESALIA, 12/06/13.- Jesús se encuentra en casa de Simón, un fariseo que lo ha invitado a comer. Inesperadamente, una mujer interrumpe el banquete. Los invitados la reconocen enseguida. Es una prostituta de la aldea. Su presencia crea malestar y expectación. ¿Cómo reaccionará Jesús?. ¿La expulsará para que no contamine a los invitados?.
La mujer no dice nada. Está acostumbrada a ser despreciada, sobre todo, en los ambientes fariseos. Directamente se dirige hacia Jesús, se echa a sus pies y rompe a llorar. No sabe cómo agradecerle su acogida: cubre sus pies de besos, los unge con un perfume que trae consigo y se los seca con su cabellera.
La reacción del fariseo no se hace esperar. No puede disimular su desprecio: “Si éste fuera profeta, sabría quién es esta mujer y lo que es: una pecadora”. El no es tan ingenuo como Jesús. Sabe muy bien que esta mujer es una prostituta, indigna de tocar a Jesús. Habría que apartarla de él.
Pero Jesús no la expulsa ni la rechaza. Al contrario, la acoge con respeto y ternura. Descubre en sus gestos un amor limpio y una fe agradecida. Delante de todos, habla con ella para defender su dignidad y revelarle cómo la ama Dios: Tus pecados están perdonados”. Luego, mientras los invitados se escandalizan, la reafirma en su fe y le desea una vida nueva: Tu fe te ha salvado. Vete en paz”. Dios estará siempre con ella.
Hace unos meses, me llamaron a tomar parte en un Encuentro Pastoral muy particular. Estaba entre nosotros un grupo de prostitutas. Pude hablar despacio con ellas. Nunca las podré olvidar. A lo largo de tres días pudimos escuchar su impotencia, sus miedos, su soledad... Por vez primera comprendí por qué Jesús las quería tanto. Entendí también sus palabras a los dirigentes religiosos: “Os aseguro que los publicanos y las prostitutas entrarán antes que vosotros en el reino de los cielos”.
Estas mujeres engañadas y esclavizadas, sometidas a toda clase de abusos, aterrorizadas para mantenerlas aisladas, muchas sin apenas protección ni seguridad alguna, son las víctimas invisibles de un mundo cruel e inhumano, silenciado en buena parte por la sociedad y olvidado prácticamente por la Iglesia.

Los seguidores de Jesús no podemos vivir de espaldas al sufrimiento de estas mujeres. Nuestras Iglesias diocesanas no pueden abandonarlas a su triste destino. Hemos de levantar la voz para despertar la conciencia de la sociedad. Hemos de apoyar mucho más a quienes luchan por sus derechos y su dignidad. Jesús que las amó tanto sería también hoy el primero en defenderlas.

sábado, 8 de junio de 2013

El sufrimiento ha de ser tomado en serio

9 de junio de 2013
10 Tiempo Ordinario (C) Lucas 7,11-17
JOSÉ ANTONIO PAGOLA, lagogalilea@hotmail.com
SAN SEBASTIÁN (GUIPUZCOA).

Jesús llega a Naín cuando en la pequeña aldea se está viviendo un hecho muy triste. Jesús viene del camino, acompañado de sus discípulos y de un gran gentío. De la aldea sale un cortejo fúnebre camino del cementerio. Una madre viuda, acompañada por sus vecinos, lleva a enterrar a su único hijo.
         En pocas palabras, Lucas nos ha descrito la trágica situación de la mujer. Es una viuda, sin esposo que la cuide y proteja en aquella sociedad controlada por los varones. Le quedaba solo un hijo, pero también éste acaba de morir. La mujer no dice nada. Sólo llora su dolor. ¿Qué será de ella?.
         El encuentro ha sido inesperado. Jesús venía a anunciar también en Naín la Buena Noticia de Dios. ¿Cuál será su reacción?. Según el relato,el Señor la miró, se conmovió y le dijo: No llores”. Es difícil describir mejor al Profeta de la compasión de Dios.
         No conoce a la mujer, pero la mira detenidamente. Capta su dolor y soledad, y se conmueve hasta las entrañas. El abatimiento de aquella mujer le llega hasta dentro. Su reacción es inmediata: “No llores”. Jesús no puede ver a nadie llorando. Necesita intervenir.
         No lo piensa dos veces. Se acerca al féretro, detiene el entierro y dice al muerto: “Muchacho, a ti te lo digo, levántate”. Cuando el joven se reincorpora y comienza a hablar, Jesús lo entrega a su madre para que deje de llorar. De nuevo están juntos. La madre ya no estará sola.
         Todo parece sencillo. El relato no insiste en el aspecto prodigioso de lo que acaba de hacer Jesús. Invita a sus lectores a que vean en él la revelación de Dios como Misterio de compasión y Fuerza de vida, capaz de salvar incluso de la muerte. Es la compasión de Dios la que hace a Jesús tan sensible al sufrimiento de la gente.
         En la Iglesia hemos de recuperar cuanto antes la compasión como el estilo de vida propio de los seguidores de Jesús. La hemos de rescatar de una concepción sentimental y moralizante que la ha desprestigiado. La compasión que exige justicia es el gran mandato de Jesús: “Sed compasivos como vuestro Padre es compasivo”.
Esta compasión es hoy más necesaria que nunca. Desde los centros de poder, todo se tiene en cuenta antes que el sufrimiento de las víctimas. Se funciona como si no hubiera dolientes ni perdedores. Desde las comunidades de Jesús se tiene que escuchar un grito de indignación absoluta: el sufrimiento de los inocentes ha de ser tomado en serio; no puede ser aceptado socialmente como algo normal pues es inaceptable para Dios. Él no quiere ver a nadie llorando.

sábado, 1 de junio de 2013

La UNESCO designa a "Terres de l'Ebre" nueva reserva de la biosfera.

La zona, de 367.729 hectáreas de superficie, abarca el delta y la cuenca del Ebro y alberga "numerosos ecosistemas tanto interiores como costeros"

España se convierte en el segundo país del mundo con más reservas de la biosfera, al tener un total de 45 zonas declaradas, solo por detrás de Estados Unidos

La Unesco ha designado este martes a las Terres de l'Ebre como nueva reserva de la biosfera, durante la reunión en París del Consejo Internacional de Coordinación del Programa sobre el Hombre y la Biosfera (MAB) de esta agencia de las Naciones Unidas.
Flamencos y otras especies, en el delta del Ebro.

Se trata de una zona de 367.729 hectáreas de superficie, que cuenta con una población de 190.000 habitantes y abarca el delta y la cuenca del Ebro, el río más caudaloso de España.
La nueva reserva de la biosfera de la Unesco (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) alberga "numerosos ecosistemas tanto interiores como costeros", ha destacado la entidad.

Energías alternativas.

"La mayor parte del sitio está dedicada a la ganadería. También se han desarrollado en él las energías alternativas[eólica, solar o hidráulica], prestando atención al respeto del medio ambiente y el paisaje", ha agregado.
Las reservas de la biosfera son lugares en los que, en concertación con las poblaciones locales, se aplican prácticas innovadoras para conciliar la actividad humana y la conservación del medio ambiente.
Flamencos y otras especies, en el delta del Ebro.Estas actividades se concentran en ecosistemas particulares: montañas, bosques tropicales, sistemas urbanos, tierras húmedas, islas o zonas costeras y marinas.
Lanzado a principios de los años 70, el programa sobre el Hombre y la Biosfera favorece la investigación interdisciplinaria, alienta el refuerzo de capacidades y tiene como principales objetivos reducir la pérdida de la biodiversidad y tratar sus aspectos ecológicos, sociales y económicos, según la Unesco.

Segundo país del mundo con más reservas.

Junto a les Terres de l'Ebre, otras dos zonas españolas --La Granja y El Espinar, en la Sierra de Guadarrama, (Segovia), y las Mariñas Coruñesas e Terras do Mandeo, en Galicia-- han sido declaradas también este martes reservas de la biosfera, convirtiendo a España en el segundo país del mundo con más reservas de la biosfera.
Con estas tres nuevas zonas España adelanta a Rusia en la clasificación mundial, al tener un total de 45 zonas declaradas como reserva de la biosfera, solo por detrás de Estados Unidos, que mantiene dos más.