MADRID.
ECLESALIA, 23/12/14.-
El punto final de la Navidad del 2013 mostraba, el 7 de enero, un universo de basura rebosante y rebosada seleccionada en los contenedores. Botellas de vidrio que habían encerrado burbujeantes bebidas para brindar, envases que envolvieron turrones y roscón y endulzaron la boca y la panza, más los restos de comida olvidados en el fondo del frigorífico indicaban que había que enterrar la resaca de las fiestas y darse un respiro en el clima de lo cotidiano.
Dejé un par de bolsas en los contendores. Pisé algo que, sucio y bocabajo, llamó mi atención. Me agaché y… recogí una estrella.
Estrella simbólica, de fama mundial, de ella habla la Biblia. Estrella guía de caminantes sabios que buscaban. Su búsqueda les puso en marcha asumiendo distancias, durmiendo al raso y esquivando a los poderosos y manipuladores de la historia. Estrella que se estrelló contra el suelo entre los contenedores de basura.
Rescaté una estrella de la suciedad y el pisotón, y la subí a casa. La limpié cuidadosamente y pasó a dormir, olvidada, el sueño de un año en la caja de adornos de Navidad.
A punto de iniciar la Navidad del 2014, han salido del trastero las cajas del Nacimiento, Árbol y adornos navideños. ¡Apareció de nuevo la estrella! Me costó reconocerla, pero ella nuevamente se dejó rescatar, esta vez desde el territorio de mis recuerdos.
Creo que sonreí a la estrella por su fuerza de supervivencia. Ahora ocupa un lugar exclusivo y privilegiado en el corazón de mi casa donde se celebrarán los momentos familiares en estos días.
La estrella no ha consentido dejar de ser un símbolo y me ha traído la viva presencia de los que son expulsados de la sociedad por la injusticia, las leyes que desamparan a los más necesitados, las guerras, la corrupción, la avaricia, la codicia, la hipocresía y la manipulación.
He fotografiado a la estrella rescatada y, tanto la foto como estas pocas palabras en un folio o en la pantalla del ordenador, van dedicadas a quienes la simbólica estrella ha dejado prendidos en mi pensamiento y en mi corazón. Que sirvan como grano de arena en la inmensa denuncia del atropello y el sufrimiento que se está causando a tanta gente en todo el mundo.
No olvidemos que la estrella es símbolo de Esperanza si nos ponemos en camino, como les pasó a los Sabios Buscadores (hoy, Reyes Magos) que, juntos, sin dejarse manipular, buscaron a Quien querían encontrar y le encontraron.
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