Mostrando entradas con la etiqueta Navidad. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Navidad. Mostrar todas las entradas

domingo, 17 de diciembre de 2017

Sin NAVIDAD... no hay Navidad

¡Poned los gorros de papá Noel,
quitad los portales de Belén!,
que aquí lo que importa es vender
y da igual quién fuera Él.

Agobios mil con cenas de postín,
innecesarios gastos y despilfarros
en mil regalos atiborrando carros
antes del primer día hasta su fin.

Alcohol, botellas rotas e inmundicia
regando calles y plazas en sus rincones;
en esa noche de "fin de año" a borbotones
todo parece acabar salvo la codicia.

¿Importa a alguien lo que en Navidad
se celebra, se recuerda, se desea?:
La presencia de un Dios que se recrea
en amar al ser humano en toda su verdad.

Todo un Dios que se hace humano
sin ruidos, sin comilonas ni lujos,
un Dios que por amor y sin tapujos
viene, te abraza y camina de tu mano.


Santi Catalán

jueves, 24 de diciembre de 2015

Feliz Navidad... para toda la Creación

Abogamos por una “Ecología 3D” o “Ecología Trinitaria” como nos sugiere la propia Encíclica Laudato Si’. Queremos cuidar nuestra casa común para que la disfruten las futuras generaciones, que nos remiten al tiempo, a la sostenibilidad, al Padre Dios, que es eterno. Pero el cuidado también debe ser global en términos de interdependencia de todos los países, de ética de las relaciones internacionales, de cuidar lo más frágil. Esto nos habla del espacio y nos recuerda al Espíritu Santo, que sopla por todas partes y que todo lo renueva. Por último, no debemos olvidarnos del cuidado integral ya que las causas que degradan el ambiente natural están relacionadas con la degradación humana y social. Esta es la dimensión del Hijo, el ser auténtico que comparte nuestra condición y dificultades pero que todo lo transforma en Vida.

miércoles, 31 de diciembre de 2014

Nacer de nuevo

MERCEDES NASARRE RAMÓN, psiquiatra, mnasarre@hotmail.com
HUESCA.

ECLESALIA, 31/12/14.- Todos los años se repiten cosas parecidas en esta época del año. El tiempo navideño, desde el día 22 de Diciembre hasta el día 6 de enero, es el más cargado de tradiciones y rituales en buena parte de nuestro mundo.
En Navidad, el sol alcanza su punto más bajo y la noche es más larga que nunca, pero justo en ese punto más oscuro, ocurre la transformación. La luz vuelve a desplegarse y vence a la oscuridad.
El nivel histórico, el nivel mitológico y el nivel psicológico están ligados entre sí. La historia nos la suministran los redactores de los evangelios, que proyectaron sobre sus narraciones toda la impresión personal que el profeta de Galilea les produjo. Pero no se trata sólo de recordar algo que ocurrió, cosa que se olvida a menudo, sino de entender lo que subyace bajo estos símbolos. Así, entramos en el nivel mitológico, en el que hay pautas arquetípicas que son comunes a la humanidad desde hace siglos. Los mitos expresan algo oculto en la psique humana y sólo ellos lo articulan, porque el mito nos habla del desarrollo de lo eterno en el tiempo.
Este tiempo, en realidad, es una invitación a nacer de nuevo. Navidad significa nacimiento, acaba un año y empieza otro… Este nacimiento sólo es posible cuando nos alejamos de la exterioridad y retornamos a lo más íntimo de nosotros. Al lugar más oscuro y más secreto, allí donde está lo débil y a veces lo más roto. Sin embargo, mientras el individuo está ocupado en la realización de su ego, no ha llegado el tiempo de conocer la luz interior. Los cimientos han de ser sacudidos y sólo entonces la mirada se hace más profunda y puede ir más allá de las cosas.
Y entramos en el nivel psicológico, la Navidad siempre nos remite a la familia y a la infancia. Somos herederos de un cuerpo y de una historia emocional que nuestros padres nos han trasmitido. Durante todo el proceso de la vida atravesamos conflictos y dolores que son inherentes al hecho de madurar. Los hijos idealizan a los padres y éstos a los hijos y todo ese asunto narcisista debe disolverse para llegar al verdadero amor. Las heridas narcisistas duelen, nos decepcionan muchas cosas, es más, las heridas íntimas son las principales responsables de que haya hombres y mujeres moralmente hundidos. Unos se protegen con la crispación, otros se ocultan bajo una máscara opaca. Algunos están paralizados y otros, como dice una canción, se vuelven malos. No hay nadie sin cicatrices y marcas de la vida.
La posibilidad de nacer de nuevo ocurre exactamente en ese lugar de las heridas, allí está la puerta para encontrarse con el yo más auténtico. En medio de nuestra debilidad podemos dejar que el amor actúe y nazca en nosotros. No olvidemos que, pese a lo imposible, el dios cristiano es el dios de la debilidad y de la esperanza.

miércoles, 24 de diciembre de 2014

La estrella que regresó de la basura

MARI PAZ LÓPEZ SANTOS, pazsantos@pazsantos.com

MADRID.

ECLESALIA, 23/12/14.-
El punto final de la Navidad del 2013 mostraba, el 7 de enero, un universo de basura rebosante y rebosada seleccionada en los contenedores. Botellas de vidrio que habían encerrado burbujeantes bebidas para brindar, envases que envolvieron turrones y roscón y endulzaron la boca y la panza, más los restos de comida olvidados en el fondo del frigorífico indicaban que había que enterrar la resaca de las fiestas y darse un respiro en el clima de lo cotidiano.
Dejé un par de bolsas en los contendores. Pisé algo que, sucio y bocabajo, llamó mi atención. Me agaché y… recogí una estrella.
Estrella simbólica, de fama mundial, de ella habla la Biblia. Estrella guía de caminantes sabios que buscaban. Su búsqueda les puso en marcha asumiendo distancias, durmiendo al raso y esquivando a los poderosos y manipuladores de la historia. Estrella que se estrelló contra el suelo entre los contenedores de basura.
Rescaté una estrella de la suciedad y el pisotón, y la subí a casa. La limpié cuidadosamente y pasó a dormir, olvidada, el sueño de un año en la caja de adornos de Navidad.
A punto de iniciar la Navidad del 2014, han salido del trastero las cajas del Nacimiento, Árbol y adornos navideños. ¡Apareció de nuevo la estrella! Me costó reconocerla, pero ella nuevamente se dejó rescatar, esta vez desde el territorio de mis recuerdos.
Creo que sonreí a la estrella por su fuerza de supervivencia. Ahora ocupa un lugar exclusivo y privilegiado en el corazón de mi casa donde se celebrarán los momentos familiares en estos días.
La estrella no ha consentido dejar de ser un símbolo y me ha traído la viva presencia de los que son expulsados de la sociedad por la injusticia, las leyes que desamparan a los más necesitados, las guerras, la corrupción, la avaricia, la codicia, la hipocresía y la manipulación.
He fotografiado a la estrella rescatada y, tanto la foto como estas pocas palabras en un folio o en la pantalla del ordenador, van dedicadas a quienes la simbólica estrella ha dejado prendidos en mi pensamiento y en mi corazón. Que sirvan como grano de arena en la inmensa denuncia del atropello y el sufrimiento que se está causando a tanta gente en todo el mundo.
No olvidemos que la estrella es símbolo de Esperanza si nos ponemos en camino, como les pasó a los Sabios Buscadores (hoy, Reyes Magos) que, juntos, sin dejarse manipular, buscaron a Quien querían encontrar y le encontraron.

sábado, 13 de diciembre de 2014

Para el mundo obrero y del trabajo

«CON JESÚS SIEMPRE NACE Y RENACE LA ALEGRÍA» 
En su nacimiento Jesucristo se descentró, se fue a los márgenes; más aún, «siendo rico se hizo pobre, para enriquecernos con su pobreza» (2 Cor 8,9);
sí, «se despojó de sí mismo para tomar la condición de esclavo» (Flp 2,7).
 
Este es el divino camino de la verdadera espiritualidad.
 
Humilde artesano de Nazaret, Jesús Obrero,
nacido en un establo, en medio de campesinos y pastores:
a ti solo damos culto.
 
Fuera de los límites de esta sociedad pagana
salimos al encuentro de tus hermanos pequeños,
para realizar con ellos, «pecadores y publicanos,
prostitutas y enfermos, pobres»
, tu sueño comunitarista.
 
¡Bendito seas, Jesús, porque pobres y torturados de la historia
representan el lugar privilegiado para encontrarte
crucificado y resucitado!.
 
No pasaremos de largo, cargaremos en tu nombre
a los que la injusticia masacra cada día,
¡la inmensa muchedumbre de los trabajadores sin trabajo!
y realizaremos con ellos de nuevo el Éxodo
de «unos cielos nuevos y una tierra nueva donde habite la justicia».
 
Encontrarse con Cristo estremece con su impulso a una conversión definitiva,
con su exigencia a una radicalidad y una incondicionalidad escandalosa,
que solo superamos porque es Jesús quien primero se estremeció
hasta la cruz por nosotros.
 
Por él vamos a plantar nuestra tienda en el mundo obrero empobrecido,
hasta las últimas consecuencias, como Rovirosa.
 
Hay que ir hasta las raíces de la pobreza, la opresión y la exclusión, arriesgándose al rechazo y la persecución.
 
Hay que pagar el precio por la fidelidad a Cristo Obrero empobrecido.
 
¡Y qué alegría si fuéramos dignos de ello! .
Felices fiestas.
Àlvar Miralles

martes, 25 de diciembre de 2012

Nacer de nuevo

Estimados lectores de este sencillísimo blog en que vamos publicando los comentarios al evangelio de cada domingo y también alguna que otra buena noticia: con esta tarjeta del amigo y hermano Pedro Casaldáliga expresamos nuestros deseos de FELICIDAD profunda,aquélla que nace del encuentro con el Dios que nos llama al encuentro con Él en la sencillez de su propia experiencia natal.
Quizás así,naciendo con Él, aunque tenga que ser de nuevo... hallemos el perfecto sentido a nuestras vidas.