domingo, 30 de diciembre de 2018

Gaspar vive


En el 40 aniversario de su martirio:
Autor: Benjamín Forcano

Radio Sandino: 11 de Diciembre de 1978:
“Hermanos: les quiero comunicar una noticia dolorosa: el comandante ´Martín´ Gaspar García Laviana , el cura sandinista, cayó en combate hace unas pocas horas. Sin embargo, no es el momento de llorarlo. Hoy, más que nunca, tenemos que seguir el ejemplo heroico de nuestros mártires. ¡Adelante compañeros”.

No hay mayor prueba de amor que dar la vida por los demás.”Era el mismo Evangelio que ardía en sus manos más que el fusil inhóspito” (P. Casaldáliga).

jueves, 27 de diciembre de 2018

Oración para Nochevieja

Santa María Madre de Dios – C (Lc 2,16-21)
Evangelio del 01 / Ene / 2019 

Señor, antes de entrar en el bullicio y el aturdimiento del fin de año, quiero esta tarde encontrarme contigo despacio y con calma. Son pocas las veces que lo hago. Tú sabes que ya no acierto a rezar. He olvidado aquellas oraciones que me enseñaron de niño y no he aprendido a hablar contigo de otra manera más viva y concreta.

jueves, 20 de diciembre de 2018

Ante el misterio del Niño

Natividad del Señor – C (Lc 2,1-14 / Lc 2,15-20 / Jn 1,1-8)
Evangelio del 25 / Dic / 2018

Los hombres terminamos por acostumbrarnos a casi todo. Con frecuencia, la costumbre y la rutina van vaciando de vida nuestra existencia. Decía Ch. Peguy que «hay algo peor que tener un alma perversa, y es tener un alma acostumbrada a casi todo».

jueves, 13 de diciembre de 2018

¿Qué podemos hacer?

Domingo 3 Adviento – C (Lucas 3,10-18)
Evangelio del 16 / Dic / 2018 

La predicación del Bautista sacudió la conciencia de muchos. Aquel profeta del desierto les estaba diciendo en voz alta lo que ellos sentían en su corazón: era necesario cambiar, volver a Dios, prepararse para acoger al Mesías. Algunos se acercaron a él con esta pregunta: ¿Qué podemos hacer?.

El Bautista tiene las ideas muy claras. No les propone añadir a su vida nuevas prácticas religiosas. No les pide que se queden en el desierto haciendo penitencia. No les habla de nuevos preceptos. Al Mesías hay que acogerlo mirando atentamente a los necesitados.

No se pierde en teorías sublimes ni en motivaciones profundas. De manera directa, en el más puro estilo profético, lo resume todo en una fórmula genial: «El que tenga dos túnicas, que las reparta con el que no tiene; y el que tenga comida que haga lo mismo». Y nosotros, ¿qué podemos hacer para acoger a Cristo en medio de esta sociedad en crisis?.

Antes que nada, esforzarnos mucho más en conocer lo que está pasando: la falta de información es la primera causa de nuestra pasividad. Por otra parte, no tolerar la mentira o el encubrimiento de la verdad. Tenemos que conocer, en toda su crudeza, el sufrimiento que se está generando de manera injusta entre nosotros.

No basta vivir a golpes de generosidad. Podemos dar pasos hacia una vida más sobria. Atrevernos a hacer la experiencia de «empobrecernos» poco a poco, recortando nuestro actual nivel de bienestar, para compartir con los más necesitados tantas cosas que tenemos y no necesitamos para vivir.

Podemos estar especialmente atentos a quienes han caído en situaciones graves de exclusión social: desahuciados, privados de la debida atención sanitaria, sin ingresos ni recurso social alguno… Hemos de salir instintivamente en defensa de los que se están hundiendo en la impotencia y la falta de motivación para enfrentarse a su futuro.

Desde las comunidades cristianas podemos desarrollar iniciativas diversas para estar cerca de los casos más sangrantes de desamparo social: conocimiento concreto de situaciones, movilización de personas para no dejar solo a nadie, aportación de recursos materiales, gestión de posibles ayudas…

Para muchos son tiempos difíciles. A todos se nos va a ofrecer la oportunidad de humanizar nuestro consumismo alocado, hacernos más sensibles al sufrimiento de las víctimas, crecer en solidaridad práctica, contribuir a denunciar la falta de compasión en la gestación de la crisis… Será nuestra manera de acoger con más verdad a Cristo en nuestras vidas.

José Antonio Pagola
https://www.gruposdejesus.com/domingo-3-adviento-c-lucas-310-18/

jueves, 6 de diciembre de 2018

Abrir caminos nuevos


Domingo 2 Adviento – C (Lucas 3,1-6)
Evangelio del 09 / Dic / 2018

Los primeros cristianos vieron en la actuación del Bautista al profeta que preparó decisivamente el camino a Jesús. Por eso, a lo largo de los siglos, el Bautista se ha convertido en una llamada que nos sigue urgiendo a preparar caminos que nos permiten acoger a Jesús entre nosotros.

Lucas ha resumido su mensaje con este grito tomado del profeta Isaías: «Preparad el camino del Señor». ¿Cómo escuchar ese grito en la Iglesia de hoy?. ¿Cómo abrir caminos para que los hombres y mujeres de nuestro tiempo podamos encontrarnos con él?. ¿Cómo acogerlo en nuestras comunidades?.

Lo primero es tomar conciencia de que necesitamos un contacto mucho más vivo con su persona. No es posible alimentarnos solo de doctrina religiosa. No es posible seguir a Jesús convertido en una sublime abstracción. Necesitamos sintonizar vitalmente con él, dejarnos atraer por su estilo de vida, contagiarnos de su pasión por Dios y por el ser humano.

En medio del «desierto espiritual» de la sociedad moderna, hemos de entender y configurar la comunidad cristiana como un lugar donde se acoge el Evangelio de Jesús. Vivir la experiencia de reunirnos creyentes, menos creyentes, poco creyentes e, incluso, no creyentes, en torno al relato evangélico de Jesús. Darle a él la oportunidad de que penetre con su fuerza humanizadora en nuestros problemas, crisis, miedos y esperanzas.

No lo hemos de olvidar. En los evangelios no aprendemos doctrina académica sobre Jesús, destinada inevitablemente a envejecer a lo largo de los siglos. Aprendemos un estilo de vivir realizable en todos los tiempos y en todas las culturas: el estilo de vivir de Jesús. La doctrina no toca el corazón, no convierte ni enamora. Jesús sí.

La experiencia directa e inmediata con el relato evangélico nos hace nacer a una nueva fe, no por vía de «adoctrinamiento» o de «aprendizaje teórico», sino por el contacto vital con Jesús. Él nos enseña a vivir la fe, no por obligación sino por atracción. Nos hace vivir la vida cristiana, no como deber sino como contagio. En contacto con el evangelio recuperamos nuestra verdadera identidad de seguidores de Jesús.

Recorriendo los evangelios experimentamos que la presencia invisible y silenciosa del Resucitado adquiere rasgos humanos y recobra voz concreta. De pronto todo cambia: podemos vivir acompañados por Alguien que pone sentido, verdad y esperanza en nuestra existencia. El secreto de toda evangelización consiste en ponernos en contacto directo e inmediato con Jesús. Sin él no es posible engendrar una fe nueva.

José Antonio Pagola
https://www.gruposdejesus.com/domingo-2-adviento-c-lucas-31-6/