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sábado, 13 de octubre de 2018

La Iglesia popular del Oscar Romero y del hermano Papa Francisco


Oscar Arnulfo Romero, reconocido por su lucha por la justicia en defensa de los pobres, los derechos humanos y su oposición a la dictadura militar de extrema derecha en el Salvador, asesinado por los escuadrones de la muerte en 1980 cuando celebraba la Eucaristía, será proclamado santo  por el Papa Francisco el día 14 de octubre en el Vaticano.

Querido hermano Oscar Romero: Antes de que la Iglesia oficial te declare santo, ya lo hizo el pueblo de América y por eso hace ya mucho tiempo que te llama “San Romero de América”, porque supiste estar al lado de los pobres, defenderlos, dar la cara por ellos y denunciar a sus opresores hasta el punto de ser asesinado por tu compromiso con los empobrecidos de El Salvador, como lo fue Jesús de Nazaret en quien tu creías.

Por eso tuvo que venir el hermano Francisco, un Papa del pueblo, un Papa de los pobres, para reconocer pública y oficialmente que tu eres un verdadero santo. Pasado mañana lo va a hacer. Solo una Iglesia de los pobres y para los pobres es una Iglesia verdadera, porque una iglesia desviada de los empobrecidos, rica y adherida a los ricos y poderosos es una iglesia pervertida, podrida, anticristiana. La pederastia que la invade es el resultado de tan grande desvarío: ojalá le sirva para retornar a la coherencia con el Evangelio y a ser camino, verdad y vida para los seres humanos, especialmente para los pobres y oprimidos, como tu lo fuiste siguiendo el mensaje de Jesús de Nazaret.

El camino de un  Iglesia verdadera pasa por proclamar la justicia, la igualdad, la fraternidad, la solidaridad, la opción por los empobrecidos del mudo, la defensa de la Madre Tierra, la denuncia de las injusticias y de los injustos, de los corruptos y corruptores, de los depredadores de la dignidad del hombre y de la naturaleza, empezando por si misma.

Tu lo has hecho, hermano Oscar Romero, cuando decías:

“Este es el pensamiento fundamental de mi predicación: nada me importa tanto como la vida humana".
“Es inconcebible que se diga a alguien 'cristiano' y no tome, como Cristo, una opción preferencial por los pobres”.
“Mi voz desparecerá, pero mi palabra que es Cristo quedará en los corazones que la hayan querido acoger”.
“Si denuncio y condeno la injusticia es porque es mi obligación como pastor de un pueblo oprimido y humillado”.
"La persecución es algo necesario en la Iglesia ¿Saben por qué?. Porque la verdad siempre es perseguida".
“Les suplico, les ruego, les ordeno en nombre de Dios: ¡cese la represión!"
 "El profeta tiene que ser molesto a la sociedad, cuando la sociedad no está con Dios".
“No me consideren juez o enemigo. Soy simplemente el pastor, el hermano, el amigo de este pueblo”.
“El ateísmo más cercano y más peligroso… es el ateísmo del capitalismo, cuando los bienes materiales se erigen en ídolos y sustituyen a Dios"
“El cristianismo no es un conjunto de verdades que hay que creer, de leyes que hay que cumplir, de prohibiciones. Así resulta muy repugnante… El cristianismo es Cristo”.
"Si me matan resucitare en el pueblo salvadoreño"
“Ningún hombre se conoce mientras no se haya encontrado con Dios"

Junto contigo traemos a la memoria a Rutilio Grande García, a Octavio Ortiz Luna, a Alirio Napoleón  Macías, al vasco Ignacio Ellacuría y sus compañeros de la UCA y trabajadoras de la casa, todos ellos víctimas de la opción preferencial y comprometida con los empobrecidos, con un recuerdo especial para el asturiano Gaspar García Laviana, que decía desde Nicaragua: “tengo que dar la vida por este pueblo”.

El Papa Francisco con tu Canonización,  hermano Oscar Romero, nos manda un mensaje muy claro: La Iglesia necesaria es la Iglesia de los empobrecidos, maltratados y oprimidos de este mundo; es la Iglesia del Cuidado de la Creación; es la Iglesia de la lucha contra el neoliberalismo capitalista, explotador implacable del hombre y la Madre Tierra; es la Iglesia popular que anima a los pueblos a luchar por su liberación integral de todo lo que oprime, mata, envilece, esclaviza, maltrata al Hombre y a la Creación.
Vamos a soñar, hermano Oscar, con que, siguiendo a Francisco, muchos obispos y sacerdotes nos convirtamos al Evangelio y nos incorporemos a esta Iglesia Popular y liberadora de todo mal, de toda injusticia, de toda opresión, en busca de la libertad gloriosa de todos los seres humanos y toda la Creación, para que nadie sea oprimido ni opresor y todos vivamos cada vez más la plenitud de la liberación, para la cual Jesús de Nazaret ha muerto asesinado y ha resucitado.

Un cordial abrazo a tod@s.-Faustino
Del Foro de Cristianos GASPAR GARCIA LAVIANA

martes, 24 de septiembre de 2013

La Teología de la Liberación hoy

MENSAJE DEL XXXIII CONGRESO DE TEOLOGÍA SOBRE “LA TEOLOGÍA DE LA LIBERACIÓN, HOY”
Celebrado en Madrid del 5 al 8 de septiembre de 2013
MADRID.
ECLESALIA, 09/09/13.-
Del 5 al 8 de septiembre hemos celebrado en Madrid el 33 Congreso de Teología sobre “La teología de la Liberación, hoy”, que ha reunido a mil personas procedentes de los diferentes países y continentes en un clima de reflexión, convivencia fraterno-sororal y diálogo interreligioso, intercultural e interétnico.
1. Vivimos en mundo gravemente enfermo, injusto y cruel, en el que la riqueza se concentra cada vez más en menos manos y crecen las desigualdades y la pobreza. Entre 40.000 y 50.000 personas mueren al día por hambre y guerras, cuando existen recursos suficientes para alimentar al doble de la población mundial. El problema no es, por tanto, la escasez, sino la competitividad, la acumulación desmesurada y la injusta distribución, generadas por el modelo neoliberal. Los gobernantes dejan que gobiernen los poderes financieros y la democracia no ha llegado a la economía. La crisis europea actual tiene como efecto el desmantelamiento de la democracia.
2. La crisis económica se ha convertido en una crisis de los derechos humanos. Los llamados eufemísticamente “recortes” en educación y salud son, en realidad, violaciones sistemáticas de los derechos individuales, sociales y políticos, que habíamos conseguido con tanto esfuerzo a lo largo de los siglos precedentes.
3. Pero esta situación no es fatal, ni natural, ni responde a la voluntad divina. Se pueden romper las inercias cambiando nuestro modo de vivir, de producir, de consumir, de gobernar, de legislar y de hacer justicia y buscando modelos alternativos de desarrollo en la dirección que proponen y practican no pocas organizaciones hoy en el mundo
4. Estos días hemos escuchado los testimonios y las voces plurales de las diferentes teologías de la liberación, que se cultivan en todos los continente y que intentan colaborar en la respuesta a los más graves problemas de la humanidad antes descritos: en América Latina, en sintonía con el nuevo escenario político y religioso y con las experiencias del socialismo del siglo XXI; en Asia, en diálogo con las cosmovisiones orientales, descubriendo en ellas su dimensión liberadora, en África, en comunicación con las religiones y culturas originarias, en busca de las fuentes de la vida en la naturaleza.
5. Hemos comprobado que la teología de la liberación sigue viva y activa frente a los intentos del pensamiento conservador y de la teología tradicional de condenarla y darla por muerta. La TL es histórica y contextual y se reformula en los nuevos procesos de liberación a través de los sujetos emergentes de transformación: mujeres discriminadas que toman conciencia de su potencial revolucionario; culturas otrora destruidas que reivindican su identidad; comunidades campesinas que se movilizan contra los Tratados de Libre Comercio; jóvenes indignados, a quienes se les niega el presente y se les cierra las puertas del futuro; naturaleza depredada, que grita, sufre, se rebela y exige respeto; migrantes maltratados que luchan por mejores condiciones de vida, religiones indígenas y afrodescendientes que renacen tras siglos de silenciamiento.
6. La TL es teología de la vida, que defiende con especial intensidad la vida más amenazada, la de los empobrecidos, que mueren antes de tiempo. Hace realidad las palabras de Jesús de Nazaret: “He venido para que tengan vida y la tengan en abundancia”. Llama a descubrir a Dios en los excluidos y crucificados de la tierra: esa es la misión fundamental de las Iglesias cristianas, de la que han estado muy alejadas
7. Los reformadores religiosos han abierto y siguen abriendo caminos de compasión y liberación integral, que deben traducirse política, social y económicamente en cada momento histórico, de manera especial Siddharta Gautama el Buda y Jesús de Nazaret el Cristo (tema de la última conferencia del Congreso.
8. Denunciamos la falta de ética en las políticas gubernamentales que presentan los recortes como reformas necesarias para la recuperación económica. Nuestra denuncia se extiende a los bancos, las multinacionales y los poderes financieros como verdaderos causantes de la actual crisis en connivencia con los gobiernos que lo permiten. Optamos por otro modelo económico cuyos criterios sean el principio del bien común, la defensa de los bienes de la tierra, la justicia social y el compartir comunitario.
9. Denunciamos el uso de la violencia, el militarismo, el armamentismo y la guerra como formas irracionales y destructivas de solución de los conflictos locales e internacionales, a veces justificados religiosamente. Optamos por un mundo en paz, sin armas, donde los conflictos se resuelvan por la vía del diálogo y la negociación política. Apoyamos todas las iniciativas pacíficas que vayan en esa dirección, como la jornada de ayuno y oración propuesta por el papa Francisco. Rechazamos la teología de la guerra justa y nos comprometemos a elaborar una teología de la paz.
10. Denunciamos el racismo y la xenofobia, que se manifiesta de manera especial en las leyes discriminatorias, en la negación de los derechos de los inmigrantes, en el trato vejatorio a que son sometidos por las autoridades y en la falta de respeto a su estilo de vida, cultura, lengua y costumbres. Optamos por un mundo sin fronteras guiado por la solidaridad, la hospitalidad, el reconocimiento de los derechos humanos sin discriminación alguna y de la ciudadanía-mundo frente a la ciudadanía restrictiva vinculada a la pertenencia a una nación.
11. Denunciamos la negación de los derechos sexuales y reproductivos y la sistemática violencia contra las mujeres: física, simbólica, religiosa, laboral, ejercida por la alianza de los diferentes poderes: leyes laborales, publicidad, medios de comunicación, gobiernos, empresas, etc. Dicha alianza fomenta y refuerza el patriarcado como sistema de opresión de género. En la discriminación y el maltrato a las mujeres tienen una responsabilidad no pequeña las instituciones religiosas. La teología feminista de la liberación intenta responder a esa situación reconociendo a las mujeres como sujetos políticos, morales, religiosos y teológicos.
12. Pedimos la inmediata suspensión de las sanciones y la rehabilitación de todas las teólogos y los teólogos represaliados (de quienes han visto sus obras prohibidas, condenadas o sometidas a censura, de quienes han sido expulsados de sus cátedras, de aquellos a quienes se les ha retirado el reconocimiento de “teólogos católicos”, de los suspendidos a divinis, etc.), sobre todo durante los pontificados de Juan Pablo II y Benedicto XVI, que fueron especialmente represivos en cuestiones de teología moral y dogmática, en la mayoría de los casos por su vinculación con la teología de la liberación e incluso por seguir las orientaciones del Concilio Vaticano II. Dicha rehabilitación es exigencia de justicia, condición necesaria de la tan esperada reforma de la Iglesia y prueba de la autenticidad de la misma. Reivindicamos, a su vez, dentro de las Iglesias, el ejercicio de los derechos y libertades de pensamiento, de reunión, de expresión, de cátedra, de publicaciones, no respetados con frecuencia, y el reconocimiento de la opción por l@s pobres como criterio teológico fundamental.
Con don Pedro Casaldàliga afirmamos que todo es relativo, incluida la teología, y que solo son absolutos Dios, el hambre y la liberación.
Madrid, 8 de septiembre de 2013

Para más informaciónhttp://www.congresodeteologia.info
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Podremos o no compartir el 100% de esta declaración, la mitad, la mayoría o sólo unos pocos párrafos,... la Iglesia Cristiana Católica, afortunadamente, es plural, es enorme su diversidad y hay mucha más tolerancia de la que los medios de comunicación y ciertas  ideologías admiten en ella, pero sí es obvio que "hay un fuerte denominador común":
"El mundo entero no sufre sólo la destrucción del medio natural  por la avaricia o afán desmesurado de algunos por apropiarse de los bienes que son de todos sino también un constante desprecio de estos poderes hacia el propio ser humano y su dignidad; todo vale para algunos, todo menos la vida de los más desprotegidos, de los que menos tienen.
Ante las enormes y cada vez más escandalosas muestras de  desigualdad social, discriminación, opresión del hombre por el hombre es necesaria una respuesta al estilo de Jesucristo que "vino para dar vida y darla en abundancia",  vino para liberar al pobre, devolver la vista a los ciegos, dar la  libertad al oprimido,..." y en ello tiene mucho que ver el ejemplo  del Maestro que se encarnó plenamente en nuestra realidad y desde su humanidad nos señaló la identificación con Dios... porque el ser humano está llamado a ser uno con Dios".
La T.L. nos llama a entender ese compromiso con el hermano más allá de normas, leyes y condenas, prejuicios costumbres y formalismos,... para llegar al que vive en la cuneta, al descarrilado o sencillamente excluído de todos los sistemas.
Nos basta con leer el Evangelio para darnos cuenta de que Dios y Hombre están plenamente presentes en Jesucristo y estamos llamados a ser como él, vivir en él uniéndonos desde lo que nos es común y dejar las diferencias para quien guste de andar divididos.
Un apunte más, de Pedro Miguel Lamet: