23 septiembre 2013
González Faus. La historia da a veces unas vueltas increíbles y me temo que dentro de poco vamos a ver a toda la izquierda eclesial gritando “totus tuus”, con el mismo fervor con que en tiempos de Wojtila lo gritaban otros sectores eclesiales. Incluso, a lo mejor, en lugar de “Juan Pablo II te quiere todo el mundo”, ahora se llenan las calles de progres que gritan algo así como “Francisco, Francisco, estás armando un cisco”… Por otro lado, las editoriales están todas convirtiendo al nuevo papa en su quimera del oro, donde va a buscar pingües beneficios, en estos tiempos de crisis y con IVAs del 21%…Personalmente, y aun comprendiendo el respiro que Francisco puede haber significado para muchos miembros del pueblo de Dios, me sentiría más cómodo si las temperaturas papales se templan un poco. En primer lugar por aquello de que “hay amores que matan” y no creo que esos fervores le hagan bien al mismo papa. Y luego porque nunca está excluido del todo el título de aquella película: “Más dura será la caída”.
Dejemos a Francisco ser hombre. No lo mitifiquemos demasiado porque entonces caeremos en la tentación de poner en primer lugar mi propia ilusión particular y creer que
Dejemos a Francisco ser humano. De momento hay algo muy de agradecer: sus primeros seis meses se parecen al título de la primera obra de Urs von Balthasar que se llamaba “Schleifung der Bastionen” (Derribo de los bastiones) cuando Balthasar era un teólogo joven, mucho más abierto de lo que fue después.Francisco ha sabido derribar discretamente una serie de trincheras y muros de contención que le han ganado el cariño de un pueblo de Dios que se ahogaba en las paredes eclesiales. Pero le están ganando también la hostilidad de sectores eclesiásticos que, como Caifás, temen ahora que vengan los romanos “y se hagan con nuestro lugar y nuestra casa”, aunque de momento no parecen saber cómo reaccionar.
No lo va a tener fácil, y sería importante que nosotros no le compliquemos más las cosas con nuestra impaciencias radicales. Ahora que está vivo el aniversario del 11 S en Chile, puede ser bueno recordar que a Allende le complicaron las cosas tanto las derechas intolerantes como los radicalismos del MIR que creían llegada la hora de pedir la luna, o cada uno su luna.
No lo conozco personalmente, pero no me da la sensación de que el hermano Francisco tenga una teología de primera línea. Sí que me parece que tiene una experiencia evangélica muy profunda, que hasta casi aventuraría uno que es fruto de alguna conversión o alguna gracia especial, dada la tranquila seguridad con que se mueve en ella.
Las cosas de palacio van despacio y las de
Recordemos el sabio refrán: el bien no hace ruido y el ruido no hace bien. Temo sinceramente que Francisco esté haciendo (o mejor: le estemos haciendo hacer) demasiado ruido.
J.I. González-Faus
Jesuita. Miembro del
Área Teológica de Cristianisme
i Justícia. Entre sus obras, cabe mencionar La
Humanidad
nueva. Ensayo de cristología (1975), Acceso a Jesús (1979), Proyecto de hermano. Visión
creyente del hombre (1989) o Vicarios
de Cristo: los pobres en la teología y espiritualidad cristianas
(2004). Sus últimos libros son El
rostro humano de Dios, Otro
mundo es posible… desde Jesús y El amor en tiempos de
cólera… económica. Escribe habitualmente en el diario La Vanguardia. Autor
de de
numerosos cuadernos de Cristianisme i Justícia.
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Considero este comentario de González Faus no sólo muy bueno sino necesario también.
Ponemos en la picota siempre a los obispos, al papa y a los curas y confundimos a la Iglesia con esa pequeña parte de la Iglesia"; es necesario insistir siempre en que eso es un error y por varias razones:
- Nos lleva a descargar en ellos la responsabilidad que en realidad es de TODA LA IGLESIA.
- Nos lleva a ignorar que ellos son tan humanos como nosotros: se pueden equivocar como nosotros,... pero les juzgamos y condenamos como si tuvieran la obligación de ser perfectos.
- En realidad, ¿no estaremos haciendo eso para escudarnos en sus errores e incoherencias y a la postre lo que hacemos es mostrar nuestra incoherencia con nuestra fe?.
- Incurrimos en los mismos errores de los escribas y fariseos intolerantes: que exigimos todo a los demás, ignoramos la humildad que debiéramos practicar y el compromiso efectivo que no acabamos de asumir.
José Ignacio lo dice explícitamente del papa Francisco; creo que pone las cosas en su sitio y nos hace una clarísima llamada A TODOS Y TODAS para que dejemos de mirar tanto a determinadas personas y empecemos a mirarnos a nosotros mismos y a la parte que nos toca.
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