1º).- La campaña de la OTAN (1980-1986).
En julio de 1983 un editorial del “Arma del Pueblo”,
entonces el periódico de UCE, titulado “Por un plato de lentejas” denuncia la completa traición del gobierno de
González, anticipando ya las trampas y chantajes que impulsará para aplazar la celebración del referéndum sobre la
permanencia en la OTAN, lanzando una campaña
de manipulación para, en palabras del Washington Post, “cambiar la opinión pública”.
Este editorial llama a la formación de las Comisiones
por la Paz y la Libertad, que unan “a cualquier persona de izquierdas o de derechas que sea demócrata y patriota y esté
por la Independencia y la Paz”.
Este es el punto de partida que va a redoblar el trabajo del Partido, contribuyendo decisivamente a conquistar el referéndum tres años después.
Desde el primer momento, están establecidos los fustes que guiarán la campaña:
- En primer lugar, golpeando el punto ´más débil del enemigo, la incorporación a la OTAN contra la voluntad social mayoritaria. Por eso la exigencia de un referéndum debe pasar a primer plano. Cuando son evidentes las maniobras del gobierno de González para ganar con malas artes un referéndum que no pueden impedir, el partido afina la consigna: “OTAN No. Referéndum Ya. Sin trampas ni chantajes”.
- En segundo lugar estableciendo claramente un filo antihegemonista a la campaña, contra las dos superpotencias y por la independencia nacional, concentrado en la consigna “Ni yanquis ni rusos”.
- En tercer lugar impulsando una línea de frente amplio, trabajando por unir al 90%, de lo social a lo político y de la derecha a la izquierda. Incorporando a la campaña al CDS pero también a dirigentes de ERC como Francesc Vicens, y dirigiéndose a organizaciones de base y altos cargos de la iglesia.
Esta línea antihegemonista se enfrentó a la virulenta
oposición de las organizaciones revisionistas. Que se oponían al referéndum (a la URSS no le interesaba, podía sentar
un precedente peligroso para ambas superpotencias),
planteaban una amalgama de posiciones prosoviéticas que iban desde el
ensalzamiento de la URSS como garante
de la paz mundial al silencio vergonzante y cómplice del PCE, y se oponían
furibundamente a unir a la mayoría
de la población bajo la bandera de “radicalizar por la izquierda”. Una posición
prosoviética, pero cuyas
consecuencias fueron también pronorteamericanas, debilitando el movimiento
contra la OTAN al enfrentarlo a amplias
capas de la población.
Nuestro partido llevó durante años una intensa
movilización exigiendo el referéndum: recogiendo más de un millón de firmas, extendiendo la campaña
por toda España, organizando referéndums en las universidades, uniendo a cientos de personalidades,
creando organismos en los barrios, las Comisiones por la Paz y la Libertad, las CPL, que entregarán en el parlamento
200.000 telegramas con cinco firmas cada uno, impulsado plataformas unitarias como la Mesa por el Referéndum, que agrupaba desde
el CDS a ERC, publicando varios manifiestos...
2º).- Las bases a referéndum (1986-1992).
En 1987, ante el anuncio del acuerdo militar con EEUU,
que garantizaba la continuidad de las bases norteamericanas,
y que éstas pasaran a jugar un papel más activo en el despliegue militar de la
superpotencia, el Comité Central de
UCE lanza una alternativa clara: “Dado que ni el gobierno ni el parlamento
actual responden a los anhelos
repetidamente expresados de la mayoría de la nación, la única alternativa que
permite la expresión de ese deseo es
la celebración de un referéndum en el que el pueblo decida si quiere o no bases
americanas en nuestro suelo”.
Nace así la campaña “Las bases a referéndum”, impulsada
por nuestro partido y mantenida durante varios años. Se publicarán tres
manifiestos con el apoyo de centenares de personalidades, desde Francisco
Umbral a Forges, se formará una
“Mesa Estatal para la exigencia de un referéndum sobre la permanencia de bases norteamericanas en España” encabezada
por Julio Caro Baroja,
Manuel Vicent, Imanol
Arias...
Culminará en la entrega de un millón de firmas en el
Congreso, realizada por El Gran Wyoming, el escritor Juan Madrid y la actriz Marina Saura.
3º).- La denuncia del socialfascismo y el socialimperialismo.
Cuando buena parte de la izquierda lamenta -todavía hoy- la caída de la URSS calificándolo de “desastre geopolítico”, Unificación Comunista de España celebró, desde el marxismo-leninismo-pensamiento Mao Tse Tung, la desaparición de la superpotencia más agresiva y peligrosa como una victoria de los pueblos y la revolución.
Denunciando permanentemente las agresiones soviéticas,
y solidarizándonos con los pueblos que se enfrentaban
a la URSS, como el sindicato polaco Solidaridad, virulentamente atacado por el
revisionismo, o los movimientos por
la independencia en las nacionalidades oprimidas de la URSS, como los países
bálticos, también atacadas
por las fuerzas independentistas prosoviéticas.
Desde 1985 analizando, a través de Escuelas Centrales
el significado de la línea que representaba Gorbachov
como alternativa de una de las fracciones en que se había dividido la clase
dominante soviética para disputar, bajo otras formas, la hegemonía mundial a EEUU.
En 1989 celebrando con fiestas la caída del Muro. En
agosto de 1991 concentrándonos ante la embajada soviética en Madrid en denuncia del golpe de la
fracción más brezneviana de
la nomenklatura.
Y, desde principios de los años noventa, lanzando una
campaña bajo el lema “Hay que ser valientes”,
llamando a la izquierda a la necesidad de “escupir el veneno” fascista
que había sido difundido durante décadas como
revolución.
4º).- La campaña “¡Que vuelvan los soldados!” (1990).
En la Primera Guerra del Golfo, bajo la presidencia de
Bush padre, el gobierno de González enviará a la zona de conflicto dos corbetas y una fragata, con 1.200
soldados, entre ellos soldados de reemplazo de la “mili”, el servicio militar obligatorio entonces en vigor.
Lo hacen en pleno verano, intentando silenciar la
oposición popular. Inmediatamente, UCE se traslada al puerto de Cartagena, de donde iban a salir los barcos.
Organizando durante días una concentración permanente, que los comercios y la población de Cartagena apoyaron.
Durante todo el conflicto, UCE exigirá la vuelta
inmediata de los soldados a través de una campaña pública con ediciones especiales del De Verdad,
recogida de firmas
bajo el lema “Ni un soldado español
a la guerra”....
5º).- La denuncia de la “Europa alemana” (1992-...).
Mientras se imponía, especialmente entre la izquierda un “papanatismo europeísta” que abogaba por la disolución de España en Europa como “única vía de modernización”, UCE denuncia el carácter de la nueva Unión Europea al servicio de los intereses de dominio sobre el continente del imperialismo alemàn.
Evidenciando el lugar reservado en esa “Europa alemana” para España, convirtiéndola en una “Florida europea” dedicada al turismo y los servicios, con la industria liquidada o vendida al extranjero.
Lanzando en 1992 una campaña denunciando la firma del Tratato de Maastricht con que se transformaba la Comunidad Económica Europea en la Unión Europea.
6º).- “No es corrupción, es traición” (1993-1996).
Ante la escalada de casos de corrupción, la atención se dirige, como sucede ahora, únicamente hacia “los políticos corruptos”. Nuestro partido lanza la campaña “No es corrupción, es traición” en nuestras publicaciones. Denunciando como detrás de cada caso de corrupción hay un trozo del país o de la industria nacional entregada al capital extranjero o a las grandes potencias. Y como las comisiones cobradas por los corruptos no son sino el pago por los servicios prestados.
7º).- Creación de riqueza y empleo al servicio de la humanidad y gestionada por quien la produce (1994).
Frente al proyecto de convertir España en una “Florida europea”, desindustrializada y con salto en la dependencia económica del exterior, pero también contra las recetas del capitalismo burocrático basadas en el “reparto del empleo”, es decir el reparto de la miseria, defendidas por el revisionismo, nuestro partido lanza una alternativa para impulsar un desarrollo autónomo: “Creación de riqueza y empleo gestionada por quien la produce”.
8º).- La participación en las elecciones.
En 1982 y 1986, Unificación Comunista se presenta con una candidatura propia a las elecciones generales. Ese mismo año, presentamos en las elecciones europeas una candidatura compuesta íntegramente por mujeres, bajo el lema “60 mujeres al parlamento europeo”. En las generales de 1993, con la consigna “Ni González ni Aznar” tomamos la decisión de pedir el voto para IU. Partiendo de que la desaparición de la superpotencia soviética creaba unas condiciones radicalmente diferentes. Lo hacemos bajo el lema “Parar al PP ni un voto al PSOE. Unidad por las libertades democráticas”. Y por tres motivos: Para frenar la derechización del voto útil. Para profundizar en la democracia. Para mejorar las condiciones de vida del pueblo.
Impulsando al mismo tiempo la creación de Asambleas de Electores, donde los cargos no solo respondan ante los votantes sino puedan ser revocados si incumplen los mandatos electorales.
9º).- Presentes en todas las luchas populares contra las medidas de los gobiernos de González.
Contra la política antipopular de los gobiernos de González se levanta un movimiento de respuesta, en el que Unificación Comunista de España participa activamente.
En el movimiento estudiantil trabajando en la organización de las movilizaciones contra las reformas de la enseñanza media y superior desplegadas entre 1983 y 1987. En el movimiento obrero respaldando de forma activa las tres huelgas generales celebradas entre 1988 y 1994.
Vamos a impulsar también publicaciones sectoriales que van a ser herramientas del trabajo político del partido.
“Quemalaescuela” en el movimiento estudiantil. Cuyo objetivo está presentado en su primer número: “Las organizaciones de Enseñanza Media de las distintas nacionalidades hemos tomado la iniciativa de publicar una revista específicamente dirigida a los estudiantes de institutos y colegios. (…) Una revista que sea capaz de ofrecerles un futuro radicalmente distinto al que nos preparan. ¡Que sirva para que en cada instituto, en cada colegio, surjan centenares de nuevos comunistas”.
La Secretaría de Movimiento Obrero publica en 1985 un periódico dirigido específicamente a orientar la lucha del proletariado y el pueblo trabajador: “Tribuna Obrera”.
“Que se vayan” es una publicación dirigida al movimiento popular y por la paz.
Además, el partido va a popularizar carteles que concentran toda una posición. Frente al recorte de libertades impulsado por el ministro del Interior de González, José Luis Corcuera, se le presenta como a Tejero el 23-F. Lo que los grandes medios denunciarán como “un exceso iconográfico” es un golpe que multiplica su difusión.
Y en 1993 lanzamos uno de los carteles históricos del partido: “El Estado más corrupto desde Carlos IV”. Adaptando el cuadro de Goya e identificando las élites políticas, encabezada por González y Aznar, y oligárquicas, con los presidentes de los principales bancos, con la camarilla que a principios del siglo XIX entregó España a la burguesía francesa.
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