domingo, 10 de octubre de 2021

Cinco razones frente a cinco mentiras (IV)

  Continuación del artículo "Cinco razones frente a cinco mentiras (III)".

4.- No es cierto que el incremento del gasto en pensiones ponga en peligro las cuentas públicas, y sea necesario recortarlas para limitar la deuda y el déficit. La realidad es que en España sufrimos un “déficit social” en materia de pensiones.

El gasto público español en pensiones no es ni “excesivo” ni “insostenible”, sino que está por debajo de nuestras posibilidades, es inferior a la media europea y muy inferior a lo que destinan algunos de los principales países europeos, con los que deberíamos compararnos. No es verdad que el único camino “posible y viable” sea recortar las pensiones. España tiene recursos  sobrados para aumentar progresivamente la cuantía de las pensiones, sin que eso suponga incrementar la deuda y el déficit. Solo es necesario aplicar una política de redistribución de la riqueza en beneficio de la población.

Aumentar el gasto en pensiones, incrementando su cuantía, no sería ningún lastre económico. No sólo  es una alternativa justa, que devuelve a la población ese “déficit social” que hemos sufrido durante décadas, es también un motor que impulsa el crecimiento, al elevar la capacidad de consumo interno.

Se nos presentan algunas predicciones como una “espada de Damocles” sobre el sistema público de pensiones. Anuncian que, debido al aumento en el número de pensionistas, y a que los nuevos jubilados se incorporan con pensiones más elevadas, el gasto público en pensiones será en 2050 seis puntos del PIB mayor que el actual, hasta alcanzar el 16.9%. Y concluyen que ese es un gasto “excesivo” e “inasumible”.

¿Gastamos “demasiado” en pensiones, comparándonos con la media europea, y deberíamos recortarlo… o “demasiado poco”, y necesitamos aumentarlo?.

 


Lo que los hechos nos dicen es que, en cuanto a gasto público en pensiones, no estamos por encima sino por debajo de nuestras posibilidades.

Gastamos en pensiones públicas casi un punto menos del PIB que la media de la zona euro. Esto significa que, para igualarnos con la UE, deberíamos gastar 10.097 millones euros más en pensiones de lo que sucede en la actualidad.

Pero fijémonos en los grandes países europeos, aquellos con los que España -la cuarta economía de la zona euro- debe compararse.

Gastamos en pensiones 2,5 puntos del PIB menos que Francia. Igualarnos con Francia significaría gastar en pensiones 28.048 millones más que ahora.

Y nuestro gasto público en pensiones es 4,3 puntos del PIB menor que el italiano. Para estar donde hoy está Italia, deberíamos gastar en pensiones 48.243 millones más.

Por cierto, Italia dedica desde hace años a pensiones más del 16% del PIB -esa cota que nosotros alcanzaríamos en 2050, que supuestamente nos conduciría a la quiebra-, y ese gasto ha sido perfectamente asumible.

A esto se añade que, a causa de la congelación de las pensiones ejecutada por Zapatero o de los recortes introducidos en la reforma de 2013 por Rajoy, los pensionistas españoles han perdido, de media, 422 euros anuales de poder adquisitivo. Porque sus pensiones se han incrementado, cuando lo han hecho, por debajo del aumento del coste de la vida. Esto significa que cada pensionista debería haber cobrado 4.220 euros más de lo que han recibido en los últimos 10 años. Otra deuda contraída con los pensionistas.

Este “déficit social” en materia de pensiones afecta a las condiciones de vida de nuestros jubilados. La pensión de jubilación media es ahora de 1.192 euros, y sumando todas las pensiones la cifra sería de 1.035 euros. Pero según las estadísticas de la Seguridad Social, el 54,69% de los pensionistas actuales cobra menos de 1.000 euros mensuales. Y tres millones de jubilados -aproximadamente un tercio del total- no llegan a 700 euros mensuales.

Lo que sucede es que según el Instituto Nacional de Estadística un 18% de los pensionistas españoles está en riesgo de pobreza, una cifra superior a la media de la Unión Europea, situada en el 15,1%.

Lo que necesitamos no es recortar las pensiones, sino incrementar su cuantía.

¿Significa eso que debemos incrementar la deuda y el déficit, o cargar a los trabajadores con cotizaciones más elevadas, para financiar este aumento de la cuantía de las pensiones?. De ninguna manera. Lo que hay que hacer es redistribuir los muchos recursos que España posee. Somos la cuarta economía de la zona euro, solo por detrás de Alemania, Francia e Italia. Hay que impulsar una política de redistribución de la riqueza, que por ejemplo eleve los impuestos a grandes bancos, monopolios y multinacionales, para así poder dedicar una parte a garantizar que ninguna pensión está por debajo de 1.000 euros.

(CONTINUARÁ)


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