domingo, 3 de octubre de 2021

El desconocido poder del mundo hispano en la actualidad (I)

Recientemente el Papa Francisco escribió una carta dirigida al pueblo mexicano planteando cuestiones que han sido MUY MAL INTREPRETADAS por una parte del arco político partidista español y le han acusado de ser "antiespañol" y "socialcomunista". Sin embargo, cualquiera que lea dicha carta que no ocupa más de un folio por una cara se dará cuenta enseguida que no está diciendo ningún disparate: sencillamente dice las cosas como son y está en la línea de lo que la Iglesia Cristiana Católica lleva ya mucho tiempo reconociendo e impulsando, pero basta que lo diga el Papa Francisco y... ¡a por él!.

No es casual, hay poderosos más allá de las fronteras hispanas a quienes les interesa degradar su figura y los valores que él representa; también les interesa el enfrentamiento entre hispanos y hundir todo lo que puedan nuestras señas de identidad. La famosa "Leyenda Negra"  sigue viva en sus mentes y siguen en su afán de hacerla creer como sea. Nuestro hermano Francisco, Papa, ni es antiespañol ni es socialcomunista, es sólo un cristiano que tiene conciencia de quien es y cuál debe ser su papel en la Iglesia.

Aquí tienen la CARTA íntegra y original. Pinchen sobre ella y la podrán leer.

No somos cuatro gatos en la Hispanidad.

Cada 12 de octubre se reabre, con mayor o menor intensidad, un mismo debate: ¿qué posición debemos tomar, especialmente los revolucionarios y la gente progresista ante el mundo hispano?.

Pero, sorprendentemente, la mayor parte de ese esfuerzo se dedica a girar la cabeza hacia el pasado, y no a mirar el presente y el futuro.

Nadie puede negar la importancia de una correcta lectura del pasado. ¿Pero el aspecto crucial es tomar posición ante la conquista y colonización españolas, o lo verdaderamente importantes es qué camino se propone a un mundo hispano que es hoy una realidad global?.

Si miramos sólo y principalmente hacia 1492, adoptemos la posición que adoptemos, estaremos perdidos.

Lo inexplicable es que, particularmente en España, se nos haya impuesto un absoluto desconocimiento sobre la realidad actual de un mundo hispano con el que compartimos múltiples lazos de lengua, cultura, historia, tradiciones o luchas comunes. Separando a España del resto de pueblos y países hispanos, o incluso inoculando en algunos sectores el desprecio racista hacia los casi 2,5 millones de inmigrantes hispanos que forman parte del pueblo trabajador español.

Un distanciamiento forzado hacia el conjunto del mundo hispano que ha ido parejo al fortalecimiento del dominio norteamericano sobre España.

Este no es un debate historicista, sino que afecta directamente a nuestro presente y nuestro futuro. Y lo primero es “presentar” al mundo hispano, conocer cuál es su magnitud, sus recursos, su fuerza y capital, y consecuentemente qué papel puede aspirar a jugar en el mundo. Porque esto va a determinar, en buena parte, nuestra posición.

Si consideramos al mundo hispano un área marginal del planeta, atrasada, que ha perdido definitivamente el tren de la modernidad, entonces el abismo que nos separa del mundo hispano se agrandará.

Si por el contrario, adquirimos conciencia del enorme poder, del ilimitado capital y recursos con que cuenta, y de su protagonismo en algunos de los principales movimientos progresistas y revolucionarios que han transformado el mundo, entonces España, como uno más, de igual al igual a igual con el resto del mundo hispano, se engrandecerá en su presente y su futuro.

Señalado el poder del mundo hispano, la pregunta es: ¿quién lo ha construido? ¿Las rancias oligarquías dominantes a ambos lados del Atlántico, o los pueblos?

Y, finalmente: ¿para qué puede emplearse todo ese capital que representa el mundo hispano? ¿No es acaso un valioso material para colocarlo al servicio del cambio y la transformación social?

Para conocer, de forma objetiva, la realidad actual del mundo hispano, debemos enfrentarnos también a una barrera de clase: el mensaje, machaconamente difundido durante los últimos dos siglos, por las potencias dominantes -anglosajonas, primero Inglaterra y luego EEUU, pero también Francia o Alemania-, que permanentemente lo han atacado y degradado con la abierta intención de dominarlo.

Conozcamos, de forma objetiva, e independientemente de las ideas que cada uno tenga sobre episodios pasados, las “credenciales globales” del mundo hispano, sus fortalezas y recursos.

1.- Una potencia demográfica y económica

Situemos al mundo hispano en el tablero mundial, no en primer lugar atendiendo a la presencia internacional del español como lengua, sino a factores materiales que están en la base del peso global de un país o área del planeta: la demografía, el “capital humano”, y el PIB, la capacidad de generar nueva riqueza.

 

Población
(millones de habitantes)
Extensión
(en km2)
PIB
(en millones de dólares)

EEUU

508,2

9.631.418

19,63

China

1.376

9.596.960

14,35

UE

508,2

4.324.782

14,27

Mundo hispano

621,2

24.579.730

6,1

Japón

126,8

377.835

4,87

Alemania

81,3

357.835

3,65

Visto de conjunto, el mundo hispano -entendido en un sentido amplio, más allá de la lengua, y en el que se incluye por derecho propio un gigante como Brasil- posee los mimbres, las bases materiales fundamentales, para ser uno de los grandes actores globales.

Su territorio -que se extiende a ambos lados del Atlántico, y abarca todo el continente americano, excepto EEUU y Canadá- le asigna un importante papel global.

Su energía demográfica -más de 600 millones de habitantes-, en ascenso durante las últimas décadas, y que seguirá creciendo según todas las previsiones, es un valor con enormes potencialidades.

Y, en el terreno económico, el mundo hispano supone un 6,9% del PIB mundial, un porcentaje superior al generado por aquellas naciones que usan el francés como lengua oficial. Y, si incluimos a toda la comunidad hispanohablante mundial -entre ellos los hispanos norteamericanos, que ocuparían el 14º puesto del ranking mundial de países por PIB- su peso se elevaría al 10% del PIB mundial según el Instituto Cervantes, en un estudio donde se señala que “ casi 50 billones de dólares se mueven cada año por el mundo bajo la «ñ» de español".

Concebidos por separado cada uno de los países de la comunidad hispana pueden parecer "pequeños" (aunque incluya a cuatro -Brasil, España, México y Argentina- que están entre los 30 con mayor PIB del mundo), pero visto de conjunto el mundo hispano tiene una magnitud que le permite mirar de frente a los grandes centros de poder mundiales.

(Continuará)

No hay comentarios:

Publicar un comentario