Continuación del artículo "El desconocido poder del mundo hispano en la actualidad (II)".
6.- Una tradición de lucha antiimperialista.
En 1998, Z. Brzezinski escribió “El gran tablero mundial. La supremacía estadounidense y sus imperativos geoestratégicos”. El que fuera asesor de dos presidentes -Carter y Obama-, y uno de los principales estrategas de la superpotencia, trazaba una “hoja de ruta” para gestionar la hegemonía estadounidense tras la Guerra Fría.
En ninguna
de sus páginas se menciona al mundo hispano. Tras imponer, en los setenta y
ochenta, un brutal barrido de dictaduras fascistas, genocidios, persecución de
partidos revolucionarios, sindicatos y movimientos de lucha, la gran burguesía
norteamericana consideraba que su “patio trasero” estaba bajo control, no
estaba capacitado para jugar papel alguno en el mundo y no iba a ser motivo de
preocupaciones.
EEUU se llevó la misma sorpresa que Napoleón en 1808, tal y como
plantea Marx en “La España revolucionaria”: “Así
ocurrió que Napoleón, que, como todos sus contemporáneos, consideraba a España
como un cadáver exánime, tuvo una sorpresa fatal al descubrir que, si el Estado
español estaba muerto, la sociedad española estaba llena de vida y repleta, en
todas sus partes, de fuerza de resistencia”.
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El 2 de febrero de 1999,
Hugo Chávez era proclamado presidente de Venezuela.
Con un nuevo
partido, el Movimiento Quinta República, asentado sobre círculos bolivarianos
organizados en todo el país, había arrasado en las elecciones. Se abría una
grieta en el dominio norteamericano en el continente, que iba a hacerse cada
vez más grande, por la que emergerán los anhelos y aspiraciones de los pueblos
y países del mundo hispano.
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La emergencia de Brasil como un nuevo
gigante global comienza en 2002, cuando Lula gana por primera vez la
presidencia.
El PT (Partido de los
Trabajadores) necesitó 22 años, y tres derrotas electorales, para conquistar el
gobierno. Fundado en 1980, representa la unión entre el sindicalismo combativo
y las corrientes de la izquierda revolucionaria. Va a
seguir una línea consciente de acumulación de fuerzas, primero en plena
dictadura y luego bajo un régimen democrático. Convirtiendo al partido en una
especie de frente amplio, desde la extrema izquierda, con el Movimiento de los
Sin Tierra hasta sectores de la burguesía nacional brasileña.
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El Movimiento al Socialismo (MAS), ganó, con el 53,7% de los votos, las elecciones de 2003 en
Bolivia, llevando a Evo Morales a la presidencia. Por primera vez, un indígena
encabezaba el país.
El MAS se forma en 1997 con la confluencia de sectores de la izquierda marxista y el combativo movimiento de los trabajadores cocaleros. A estas organizaciones se unirán la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB), la Confederación de Pueblos Indígenas de Bolivia (CIDOB)... Conformando una federación de movimientos sociales que abarca desde “el marxismo de los sindicatos mineros” a los movimientos campesinos o la lucha de los pueblos indígenas. Que va a liderar las protestas contra la entrega a los monopolios extranjeros de la propiedad sobre el gas y otros hidrocarburos, ejecutada por el proyanqui gobierno de Sánchez de Lozada.
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Entre 1999 y 2002 los
draconianos planes impuestos por el FMI conducen a Argentina al abismo. Se
impone el “corralito”, la pobreza se dispara hasta el 56%. Una insurrección
social generalizada estalla, bajo el grito de “¡Que se vayan todos!”.
En ese
momento, la línea representada por los Kirchner dentro del Partido
Justicialista -y apoyada por las bases sindicales y obreras del peronismo- gana
en 2003 las elecciones e impone un drástico giro. Se cancela la deuda con el
FMI, Argentina se sale del ALCA norteamericano, se restablece la negociación
colectiva elevando los salarios, se recuperan las pensiones públicas antes
privatizadas, el PIB se triplica con creces en solo cinco años....
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Tras 31 años de lucha -ocho de ellos contra una feroz dictadura
que detiene, encarcela y tortura a muchos de sus militantes- el Frente Amplio conquista en 2004 el
gobierno en Uruguay.
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En 2006 el MovimientoAlianza PAIS-Patria Altiva y Soberana, fundado pocos meses antes como confluencia de
múltiples organizaciones de izquierdas, gana las elecciones y su candidato, Rafael Correa, se convierte en presidente.
Su éxito se
había fraguado desde 1999, en importantes luchas como la exigencia de poner fin
al dogal de la deuda externa. Y había estado impulsada por enormes
movilizaciones populares que forzaron la destitución de tres presidentes desde
1997. Enfrentándose a la dolarización de la economía y el plan de ajuste
impuesto por el FMI, a través del gobierno de Noboa.
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Esta oleada
antihegemonista llega hasta Centroamérica.
En 2006 el Frente Sandinista, que en 1979 encabezó una revolución nacional contra la dictadura somozista, recupera el gobierno. Lo mismo sucede en El Salvador con el Frente Farabundo Martí, el partido nacido de la reconversión de las guerrillas que entre 1980 y 1992 se enfrentaron a los escuadrones de la muerte armados desde EEUU.
Cada una de estas luchas se ha guiado por:- ganar autonomía frente a EEUU.
- disponer de los recursos nacionales, expoliados por el gran capital extranjero y las oligarquías locales, para impulsar políticas de redistribución de la riqueza.
Se han enfrentado a una feroz respuesta por parte de la superpotencia, pero en todos los casos persisten, con avances y retrocesos. Si en las últimas décadas los pueblos del mundo han ganado terreno, mientras EEUU retrocedía, enfrentando cada vez mayores problemas, los países y pueblos del mundo hispano han contribuido de forma decisiva.
¿Qué conclusiones podemos extraer de esta radiografía de la situación actual del mundo hispano?:
1.- Frente a la visión de un mundo hispano atrasado, anquilosado y
sin recursos, la realidad objetiva de los hechos nos presenta a una comunidad
que, vista de conjunto, atesora un capital infinitamente valioso. Y una fuerza
y energía que le permiten ser unas de las áreas de planeta más dinámicas y de
vanguardia en terrenos cualitativos: lingüístico, cultural, social, político...
2.- No es que sea falsa la idea de un mundo hispano anclado en el
pasado, que no puede encabezar nada ni realizar contribuciones importantes. Es
que representa uno de los pocos protagonistas globales que existen en el
planeta.
3.- La identificación de la defensa del mundo hispano como algo “propio de la derecha”, instalada en muchos sectores de la izquierda, no puede ser más errónea y alejada de la realidad. La unidad actual del mundo hispano no la ha impuesto ningún centro de poder, la han forjado los países y pueblos en una lucha común contra el dominio norteamericano. Y lo mejor del mundo hispano -de su cultura, de sus tradiciones populares culturales y de lucha, de sus valores...- se corresponde con lo más avanzado y progresista de la humanidad.
El hegemonismo norteamericano sí es consciente de la enorme fuerza y energía que alberga el mundo hispano. Por eso se empeña en atacarlo y degradarlo, intentando impedir que seamos conscientes de nuestras inmensas capacidades para que no podamos utilizarlas al servicio de nuestros intereses. Inoculándonos una visión deformada de nosotros mismos, dividiendo y enfrentando a los miembros del mundo hispano, para evitar una unidad que siempre se dirige contra su dominio.
Frente a esta confusión y distorsiones, impuestas a ambos lados
del Atlántico por el imperio que hoy nos domina, el norteamericano, los pueblos
y países del mundo hispano tenemos la tarea de sacar a la luz todo nuestro
capital y recursos. Fraguando, desde la diversidad que nos caracteriza y que es
uno de los valores que el mundo hispano aporta a la humanidad, una unidad que,
ajustando cuentas con el pasado por nosotros mismos, coloque toda esa fuerza al
servicio de un proyecto de transformación social.
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