viernes, 30 de julio de 2021

La segunda reconducción (y VI)

(Continuación del artículo "La segunda reconducción (V)": https://justiciasolidaridad.blogspot.com/2021/07/la-segunda-reconduccion-v.html).

TESIS 5: Acosado desde todos los frentes, Adolfo Suárez dimite el 29 de enero de 1981, según sus propias palabras, “para que la democracia no sea otra vez un paréntesis en la historia de España”. Su sustituto, Calvo Sotelo, pone fecha a la exigencia de integración en la OTAN. Su programa de gobierno responde punto por punto al giro a la derecha que los círculos oligárquicos y Washington reclaman imperiosamente. La reconducción política que las necesidades de la superpotencia exigen se consuma. La Transición desde el franquismo hacia una democracia tutelada por Washington había finalizado.

1.- El auténtico golpe, necesario para imponer las exigencias norteamericanas, y que se consuma con éxito, no es el protagonizado el 23-F por guardias civiles que asaltan el Congreso, sino las maniobras que fuerzan la dimisión de Suárez y remueven las resistencias a acelerar nuestra integración en la OTAN.

Días antes de su dimisión, Juan Carlos I convoca a Suárez en Zarzuela. Allí le reciben también los tenientes generales Elícegui, Merry Gordon, Milans del Bosch y Campano López, de las regiones de Zaragoza, Sevilla, Valencia y Valladolid. El Rey sale del despacho para dejarles a solas. Los militares exigen a Suárez su dimisión. Cuando el presidente les pide que le den una razón para hacerlo, Perry Gordon saca su pistola, afirmando: “¿Le parece bien a usted esta razón?” . Desde la escalera, el Rey advierte a Suárez: “¿Te das cuenta de hasta dónde me estás haciendo llegar?”, reiterándole que la solución para evitar el golpe militar pasa por un cambio de gobierno.

En este hecho se explican los auténticos motivos del golpe ejecutado en 1981, en sus diferentes ramificaciones.

Suárez dimite el 29 de enero de 1981. Su sustituto, Leopoldo Calvo Sotelo, anuncia en su discurso de investidura, el 25 de febrero, que la agilización d e todos los trámites para una pronta incorporación de España en la OTAN está incluida en su programa de gobierno. Tras ser aprobada por el Congreso en octubre, el 2 de diciembre de 1981, España presenta su solicitud formal para ingresar en la OTAN, que se consuma el 30 de mayo de 1982.

El objetivo de todas las maniobras de desestabilización se consigue al forzar la dimisión de Suárez, pero la trama de presiones y conspiraciones que se ha ido tejiendo en los meses anteriores ha ido muy lejos. La alentada agitación de los militares golpistas no puede detenerse, y desemboca el 23-F, en plena votación para l a investidura de Calvo Sotelo, con el teniente coronel de la Guardia Civil Antonio Tejero irrumpiendo en el Congreso con sus tropas, mientras el capitán General de la IIIª Región Militar, Jaime Milans del Bosch, decreta el Estado de Guerra en Valencia y saca los tanques a la calle.

El intento de golpe es rápidamente abortado: con el relevo de Suárez por Calvo Sotelo, Washington ya tiene en sus manos las bazas que necesitaba y no es necesario llegar más lejos, ni con una sonada militar clásica, ni con la otra versión golpista que encarnaba Armada.

2.- Lo que permite la irrupción del 23-F en 1981 no es “el peso de los vestigios del franquismo” sino la urgencia de las necesidades norteamericanas por imponer, a cualquier coste, nuestra integración inmediata en la OTAN.

Un grupo de guardias civiles no podía acabar con la democracia española. Ni siquiera un puñado de generales nostálgicos del franquismo, que ya en 1980 formaban parte del pasado. El mismo Tejero que en 1978 fue encarcelado por participar en la “Operación Galaxia”, un plan golpista, tiene todas las puertas abiertas en 1981. Quienes verdaderamente tenían el poder en España, y lo siguen teniendo –EEUU y la oligarquía española-habían declarado abierta la “temporada golpista” para reconducir la política nacional.

-         Desde el jueves 19 de febrero (cuatro días antes del golpe), las bases americanas de Torrejón, Rota, Morón y Zaragoza están puestas en estado de alerta y sus pilotos acuartelados.

-         Desde fechas anteriores todavía, una dotación de buques de la VI Flota, de maniobras en el Mediterráneo, son emproados hacia Valencia y se sitúan en las cercanías del litoral español.

-         La tarde-noche del 23-F en la que Milans sacó los t anques a las calles de Valencia, aviones estadounidenses de inteligencia electrónica del 86 Escuadrón de Comunicaciones desplegados en la base de Ramstein (Alemania) sobrevolaron el centro y sur de la Península interceptando las transmisiones vía radio entre las diferentes unidades del Ejército, las Capitanías y los Cuarteles Generales; esa misma mañana el sistema de control aéreo USA (SAC: Strategic Air Command), con su estación central en Torrejón de Ardoz, anula al Control de Emisiones Radioeléctricas español (CONEMRAD)... esperando acontecimientos.

-         Están documentadas las reuniones del embajador norteamericano, Terence Todman, y el jefe de la Estación de la CIA en Madrid, Ronald Edward Estes, con los principales militares golpistas. Era tan de dominio público que el gobierno español llegó a elevar una protesta. Todman se reunirá también con Alfonso Armada, el general que debía presidir un “gobierno de concentración nacional” cuya misión principal era meternos en la OTAN.

-         En las primeras horas de la noche, Terence Todman, el hombre que probablemente más sabía del golpe, abandonó la embajada norteamericana. Dónde estuvo aquella noche sigue siendo un misterio cuarenta años después.

-         Hasta el mediodía del 24 de febrero, una vez que ya se había negociado la rendición de Tejero, la línea vip Madrid-Washington estuvo inactiva. Todos los intentos españoles por que el presidente norteamericano Reagan hiciera una declaración expresa de condena del golpe fueron infructuosos: la explicación oficial fue que había que “entender la diferencia horaria”. Las únicas palabras que transmitió Washington al mundo fueron las del secretario de Estado, antiguo comandante en jefe de la OTAN, general Alexander Haig: “es un asunto interno de España”.

A pesar de estar muy bien documentada, la intervención norteamericana en el 23-F debe ocultarse. Se puede apuntar y disparar contra la monarquía, acusando al rey Juan Carlos I de estar detrás de la trama, pero hay que borrar la presencia decisiva de la superpotencia en el intento de golpe, porque esa misma intervención , e igual de decisiva, sigue ahora existiendo, actuando y marcando el rumbo de la vida política española”.

3.- El 23-F de 1981 marca el fin de la transición española, iniciada 8 años antes con la voladura de Carrero Blanco. Dos reconducciones traumáticas van a servir para adecuar el rumbo político nacional a las exigencias de Washington.

Cuando en el juicio del 23-F llegó el turno del interrogatorio al comandante Cortina –destacado miembro de la inteligencia militar española, conocido por su estrecha relación con la CIA –, las insistentes y mordaces preguntas del fiscal sobre su participación en el golpe lo tienen acorralado, Cortina pide un receso de 10 minutos. 

A continuación, y a la vista de todo el mundo (incluidos periodistas que cubren el juicio) se dirige a un teléfono público, marca un número y dice en voz lo suficientemente alta como para que lo oigan todos: “si el fiscal sigue apretándome así, cuento lo de Carrero”, y cuelga. Al reanudarse el interrogatorio, el fiscal da un giro de 180º en sus preguntas; ahora se dirigen a que Cortina pueda probar su inocencia. Al finalizar el juicio, el presidente militar de la sala ordenará que se destruyan las actas de la primera parte del interrogatorio.

El atentado a Carrero y el 23-F, las dos reconducciones más importantes de la vida política española durante esos años, quedan así anudados por un mismo hilo conductor.

La primera reconducción tuvo como objetivo iniciar el necesario recambio del régimen franquista que les permitiera reforzar el inestable vientre blando de Europa. La segunda, fortalecer su principal sistema militar defensivo en el mundo, la OTAN, una de las principales herramientas de la línea Reagan para contener el expansionismo soviético.

Si en ambas reconducciones el objetivo era el mismo, los métodos sin embargo cambian de una a otra. Mientras que en el atentado contra Carrero, EEUU se ve obligado a actuar “desde fuera” del régimen”, recurriendo a ETA, y a hacerlo “con balas” ; en la segunda reconducción los mecanismos de intervención que ya posee (en el ejército, policía, jueces, partidos políticos, medios de comunicación,...) le permiten actuar desde dentro del régimen” y “sin necesidad de balas” que en este caso sólo afloraron para garantizar el objetivo. Su capacidad de intervención, a la vez que mayor, es más oculta, aparece más enmascarada tras los aparatos del nuevo régimen.

La encrucijada abierta tras la liquidación del régimen franquista queda resuelta con el derribo de Suárez: la clase dominante española y su Estado renuncian a cualquier protagonismo exterior, abdican de la posibilidad de tener una voz propia en el mundo y se cierran las puertas al proyecto de encabezar la formación de una plataforma hispánica como medio para el desarrollo de una política autónoma en la escena internacional .

De cada una de las dos reconducciones, el poder, la influencia y la capacidad de intervención de EEUU sobre nuestro destino ha salido reforzada. Los distintos proyectos políticos que gobiernen España no deberán salir ya de los estrechos límites que marca ser un peón del hegemonismo. Una vez derribado Suárez, Felipe González será el hombre encargado de ejecutarlo.

4.- La principal línea de demarcación que va a dividir a las fuerzas políticas y de clase es la posición que se adopte ante los diferentes proyectos del hegemonismo norteamericano para nuestro país.

-La transición, el periodo de 1977 a 1981 que hemos estudiado en esta Escuela, nos deja una enseñanza clave, no solo para entender el pasado reciente sino sobre todo para actuar en el presente y el futuro.

Lo que sitúa a cada fuerza o personalidad en un campo o en otro no es su “pedigrí ideológico”, si se encuadran en la derecha o en la izquierda, sino un factor objetivo: que posición toman ante el proyecto principal del enemigo, de quien tiene el poder, en España principalmente la superpotencia norteamericana

Suárez no representaba un proyecto “popular”, sino a sectores de la propia clase dominante española. Ni se vuelve de izquierdas ni era “antiimperialista”, per o toma una posición concreta: no aceptar la integración inmediata de España en la OTAN, se coloca en abierta oposición al que era en ese momento el proyecto principal de EEUU para nuestro país. Esto es lo que lo coloca en el campo del antihegemonismo.

A partir de la invasión soviética de Afganistán, la autonomía que Suárez pretende -sometiendo el cumplimiento de los mandatos yanquis a la situación nacional- ya no es aceptable, hay que seguir a pies juntillas el camino que Washington marca. Y por ello es forzado a dimitir.

-Sólo desde aquí se puede explicar la “paradoja Suárez-González”.

Adolfo Suárez había hecho carrera política durante el franquismo: de gobernador civil a ministro general del Movimiento… Pero tiene un margen de autonomía, que le lleva a enfrentarse a los planes de Washington para España cuando la superpotencia exige una incorporación inmediata a la OTAN.

Felipe González, presentado como cabeza de la izquierda antifranquista, ha llegado a presidir el PSOE gracias la refundación del partido impulsada en 1974 por EEUU y la socialdemocracia alemana. Será el “hombre en la recámara” de EEUU, que certificará a partir ed1982 nuestra plena integración en la OTAN.

-De la misma manera, la posición de quienes amparándose falsamente detrás de la bandera roja, apoyaban o no denunciaban las agresiones de la URSS va a tener también un carácter pro-yanqui. Permitiendo que Washington, y Felipe González, consigan encuadrar a una parte de la población, contraria a nuestra entrada en la OTAN, bajo el lema de “tienen que elegir entre la Alianza Atlántica o el Pacto de Varsovia”.

- No es derecha o izquierda, sino pro-hegemonismo o anti-hegemonismo la principal línea de demarcación que divide a las fuerzas políticas y de clase y las coloca en el lado de los amigos o de los enemigos del pueblo.


No hay comentarios:

Publicar un comentario